martes, 18 de octubre de 2011

Estereogramas, Ilusiones y otros Trapantojos

Esterograma

El estereograma es una ilusión óptica basada en la capacidad que tienen lo ojos de captar imágenes desde distintos puntos de vista. Esas perspectivas diferentes son captadas de tal forma por el cerebro, que parece ser una imagen tridimensional.

Para ver un estereograma, lo principal es entender el resultado esperado. La idea es desenfocar la vista de la imagen, de tal manera que sean captadas ambas perspectivas. Algunos recomiendan mirar al infinito, es decir, fijar la vista en un objeto distante y sin desenfocar, tratar de mirar la imagen. Otros prefieren fijar la vista en el centro mientras se acerca lentamente hacia la imagen; depende de cada uno y de su condición visual.


 
Ardilla

Rosa


Ilusión óptica

Ilusión óptica es cualquier ilusión del sentido de la vista, que nos lleva a percibir la realidad erróneamente. Éstas pueden ser de carácter psicológico asociados a los efectos de una estimulación excesiva en los ojos o el cerebro (brillo, color, movimiento, etc) o cognitivo en las que interviene nuestro conocimiento del mundo (como el Jarrón Rubin en el que percibimos dos caras o un jarrón indistintamente). Las ilusiones cognitivas se dividen habitualmente en ilusiones de ambigüedad, ilusiones de distorsión, ilusiones paradójicas e ilusiones ficticias (alucinaciones).

                                                 Pato ó Conejo                                                           Jarrón ó Caras

¿Se mueve?


Trapantojos
Un trampantojo es una técnica pictórica que intenta engañar la vista jugando con la perspectiva y otros efectos ópticos.

Los trampantojos suelen ser pinturas murales realistas creadas deliberadamente para ofrecer una perspectiva falsa. Pueden ser interiores (que representan muebles, ventanas, puertas o escenas más complejas) o exteriores, en muros de edificios.

                


P.S. Lo siento, he hecho esta entrada más larga de lo usual porque no tengo tiempo para hacer una más corta.

domingo, 16 de octubre de 2011

Ensayo Sobre La Ceguera

Cuando se acaban de cumplir tres años desde la quiebra del banco Lehman Brothers, la norma actual son los seísmos. Seísmos financieros y bursátiles, seísmos energéticos y alimentarios, seísmos comunicacionales y tecnológicos, seísmos sociales, seísmos geopolíticos como los que causan las insurrecciones de la “Primavera árabe”…


Hay una falta de visibilidad general. Acontecimientos imprevistos irrumpen con fuerza sin que nadie, o casi nadie, los vea venir. Si gobernar es prever, vivimos una evidente crisis de gobernanza. Los dirigentes actuales no consiguen prever nada. La política se revela impotente. El Estado que protegía a los ciudadanos ha dejado de existir. Hay una crisis de la democracia representativa: “No nos representan”, dicen con razón los “indignados”. La gente constata el derrumbe de la autoridad política y reclama que ésta vuelva a asumir su rol conductor de la sociedad por ser la única que dispone de la legitimidad democrática. Se insiste en la necesidad de que el poder político le ponga coto al poder económico y financiero. Otra constatación: una carencia de liderazgo político a escala internacional. Los líderes actuales no están a la altura de los desafíos.

Los países ricos (América del Norte, Europa y Japón) padecen el mayor terremoto económico-financiero desde la crisis de 1929. Por primera vez, la Unión Europea ve amenazada su cohesión y su existencia. Y el riesgo de una gran recesión económica debilita el liderazgo internacional de Norteamérica, amenazado además por el surgimiento de nuevos polos de poderío (China, la India, Brasil) a escala internacional.

En la diplomacia internacional, la década ha confirmado la emergencia de nuevos actores y de nuevos centros de poder sobre todo en Asia y en América Latina. El mundo se “des-occidentaliza” y es cada vez más multipolar. Destaca el rol de China que aparece, en principio, como la gran potencia en ciernes del siglo XXI. Aunque la estabilidad del Imperio del Medio no está garantizada pues coexisten en su seno el capitalismo más salvaje y el comunismo más autoritario. La tensión entre esas dos fuerzas causarà, tarde o temprano, una fractura. Pero, por el momento, mientras declina el poderío de Estados Unidos, el ascenso de China se confirma. Ya es la segunda potencia económica del mundo (por delante de Japón y Alemania). Además, por la parte importante de la deuda estadounidense que posee, Pekín tiene en sus manos el destino del dólar…

El grupo de Estados gigantes reunidos en el BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) ya no obedece automáticamente a las consignas de las grandes potencias tradicionales occidentales (Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia) aunque éstas se sigan auto-designando como “comunidad internacional”.

Los BRICS lo han demostrado recientemente en las crisis de Libia y de Siria oponiéndose a las decisiones de las potencias de la OTAN y en el seno de la ONU.

Decimos que hay crisis cuando, en cualquier sector, algún mecanismo deja de pronto de funcionar, empieza a ceder y acaba por romperse. Esa ruptura impide que el conjunto de la maquinaria siga funcionando. Es lo que está ocurriendo en la economía desde que estalló la crisis de las sub-primes en 2007.

Las repercusiones sociales del cataclismo económico son de una brutalidad inédita: 23 millones de parados en la Unión Europea y más de 80 millones de pobres… Los jóvenes aparecen como las víctimas principales. Por eso, de Madrid a Tel Aviv, pasando por Santiago de Chile, Atenas y Londres, una ola de indignación levanta a la juventud del mundo.

Pero las clases medias también están asustadas porque el modelo neoliberal de crecimiento las abandona al borde del camino.

El poder financiero (los “mercados”) se ha impuesto al poder político, y eso desconcierta a los ciudadanos. La democracia no funciona. Nadie entiende la inercia de los gobiernos frente a la crisis económica. La gente exige que la política asuma su función e intervenga para enderezar los entuertos. No resulta fácil; la velocidad de la economía es hoy la del relámpago, mientras que la velocidad de la política es la del caracol. Resulta cada vez más difícil conciliar tiempo económico y tiempo político. Y también crisis globales y gobiernos nacionales.

Los mercados financieros sobre-reaccionan ante cualquier información, mientras que los organismos financieros globales (FMI, OMC, Banco Mundial, etc.) son incapaces de determinar lo que va a ocurrir. Todo esto provoca, en los ciudadanos, frustración y angustia. La crisis global produce perdedores y ganadores. Los ganadores se encuentran, esencialmente, en Asia y en los países emergentes, que no tienen una visión tan pesimista de la situación como la de los europeos. También hay muchos ganadores en el interior mismo de los países occidentales cuyas sociedades se hallan fracturadas por las desigualdades entre ricos cada vez más ricos y pobres cada vez más pobres.

En realidad, no estamos soportando una única crisis, sino una suma de crisis mezcladas tan íntimamente unas con otras que no conseguimos distinguir entre causas y efectos. Porque los efectos de unas son las causas de otras, y así hasta formar una verdadera crisis sistémica del mundo occidental que afecta a la tecnología, la economía, el comercio, la política, la democracia, la guerra, la geopolítica, la cultura, los valores, la familia, la educación, la juventud, etc.

Vivimos un tiempo de “rupturas estratégicas” cuyo significado no comprendemos. Hoy, Internet es el vector de la mayoría de los cambios. Casi todas las crisis recientes tienen alguna relación con las nuevas tecnologías de la comunicación y de la información. Los mercados financieros, por ejemplo, no serían tan poderosos si las órdenes de compra y venta no circulasen a la velocidad de la luz por las autopistas de la comunicación que Internet ha puesto a su disposición. Más que una tecnología, Internet es pues un actor de las crisis.

Desde el punto de vista antropológico, estas crisis se están traduciendo por un aumento del miedo y del resentimiento. La gente vive en estado de ansiedad y de incertidumbre. Vuelven los grandes pánicos ante amenazas indeterminadas como pueden ser la pérdida del empleo, los choques tecnológicos, las biotecnologías, las catástrofes naturales, la inseguridad generalizada… Todo ello constituye un desafío para las democracias. Porque ese terror se transforma a veces en odio y en repudio.

El curso de la globalización parece como suspendido. Se habla cada vez más de desglobalización, de descrecimiento… El péndulo había ido demasiado lejos y ahora podría ir en la dirección contraria. Ha llegado la hora de reinventar la política, reencantar el mundo y acabar con ésta puñetera crisis.


Resumen de “El nuevo sistema-mundo”, de Ignacio Ramonet publicado en Le Monde Diplomatique - Octubre 2011

miércoles, 5 de octubre de 2011

No me quieras tanto

No me quieras tanto  por Elvira Lindo
De un tiempo a esta parte quedo con personas que, en realidad, no tienen un gran interés en charlar conmigo. Esto podría minar mi autoestima pero una suerte de optimismo insensato me lleva a pensar que amar y no hacer ni puto caso pueden ser compatibles. Yo sé que esas personas que no muestran mucho interés en hablar conmigo me quieren. Si no fuera así, entendámonos, no quedaría con ellas. Esas personas me escriben mensajes rebosantes de cariño: por e-mail, por sms, por Whatsapp, por Facebook, por activa y por pasiva. Y en esos mensajes hay frases tan apasionadas que parecen extraídas de un bolero. Son frases que antes en España no se decían pero que, ahora, gracias a la revitalización del género epistolar propiciado por las nuevas tecnologías, están en auge. Esas personas me dicen que me adoran. Que me adoran y que cuentan los días para verme. Que cuentan los días y que me quieren. Que me quieren y que nos va a faltar tiempo en una cena para contarme todo lo que me tienen que contar. Que nos va a faltar tiempo y que están deseando conocer mi opinión. Que desean conocer mi opinión y que nadie como yo para compartir este y otro secreto. ¿Y por qué? Porque soy adorable. Eso me dicen. El mundo de la tecnología ha bolerizado el género epistolar. Ha generalizado el lenguaje de las postales románticas y ahora lo que toca es escribirse con palabras de novios antiguos de los años cuarenta. Y, aunque yo soy de esa generación en la que si tus padres te decían “te quiero” es porque o se iban a morir ellos o te ibas a morir tú, tengo el corazón débil y, cuando una persona me pide una cita con palabras tan melosas, soy incapaz de no creerme un poco la pasión que sienten hacia mí. Esas personas son las que te reciben con los brazos abiertos en un restaurante, te dan un beso apretado y unen sus pechos sin pudor contra tus pechos, por no hablar de otras partes que también entran en contacto, en estos abrazos actuales; sean hombres o mujeres los que intervengan en ellos.

Esas personas son las que acto seguido de desdoblar la servilleta y ponerla sobre sus piernas, sacan el móvil del bolso o de la chaqueta y lo colocan al lado del plato. Esas personas de las que hablo, las mismas que me adoran por escrito, suelen tener un iPhone o una Blackberry, a través de los cuales me escriben a mí esos deliciosos mensajes. El problema es que mientras están conmigo no renuncian a comunicarse con terceras personas. Con un ojo me miran a mí, que estoy situada a la izquierda, por ejemplo, y por el rabillo del otro, miran a su querido aparatito. Suena una campanilla. Les ha entrado un mensaje. Lo leen tan rápido que casi no lo noto. Entonces, sonríen. Sonríen como si alguien les hubiera contado un secreto, o algo picante, o como si les acabara de llegar una información crucial. Pero, desde luego, no sonríen por la conversación que tiene lugar en la mesa. Esas personas, las mismas que, con desesperación, anhelaban verte, te dicen, perdona, perdona un momentito, y se ponen a teclear un mensajito con un solo dedo.

Qué dedo más rápido tienen esas personas. Es un dedo entrenado para escribir como si a uno le hubieran amputado la mano izquierda. Una vez terminado el mensaje la conversación continúa. Continúa hasta que vuelve a sonar de nuevo la campanilla: el amante, el amigo, el jefe, el cómplice, el plasta, ha contestado. Nueva sonrisa de esas personas que nos quieren tanto. Y como poco a poco van perdiendo la vergüenza, toman el iPhone o la Blackberry con las dos manos y teclean entonces con los dos pulgares. Qué maravilla de pulgares. Parece que han ido a una academia de mecanografía con pulgares para iPhones. Viene el camarero a tomar nota de la comanda y como las personas que tanto me quieren están ya apoyadas en el plato escribiendo a velocidad de vértigo mensajes tan apasionados, imagino, como los que me pusieron a mí, soy yo la que encarga el vino, el picoteo del principio y, si se me ha informado antes, el plato elegido por las personas que tanto deseaban este encuentro. No siempre una se siente ignorada, en lo absoluto. Hay ocasiones en las que los dueños de la Blackberry o el iPhone te hacen partícipe de los mensajes recibidos, y tú puedes aportar algo en las contestaciones. A veces se trata de los amantes y entonces ya vives con excitación delegada. Ha habido ocasiones en las que las personas que me quieren se intercambian fotos con dichos amantes. No fotos a lo Scarlett Johansson, porque no son horas. Imagino que ese tipo de instantáneas de corte más íntimo las dejan para cuando están encerrados en el cuarto de baño de su hogar, mientras sus maridos o sus mujeres están acostando a los niños. El móvil ha supuesto una revolución en el universo de la infidelidad. Quiero decir con esto que no soy uno de esos espíritus rancios que discuten las ventajas que para muchos ciudadan@s ha supuesto la irrupción de la nueva telefonía. Solamente quisiera expresar el desconcierto que me produce el que personas que tanto me adoran y desean compartir una hora y media de mesa y mantel conmigo no sean capaces de olvidarse del puto móvil durante un tiempo ridículo de sus hiperconectadas vidas. Que lo comprendo todo, sí, ¡que yo también tengo iPhone!, pero que lo dejo metido en el bolso. Joé.
Fuente: Diario El Pais, 2 de Octubre 2011 – Autora: Elvira Lindo

Y cómo viene muy a cuento...aqui os dejo un video buenísimo de Cristina Fenollar sobre el mismo tema.

                                                         PUES YO NO TENGO iPHONE

Theory of a Deadman - Lowlife


Theory of A Deadman y su nuevo single "Lowlife", Rock del bueno...

ED SHEERAN - The A Team

ED SHEERAN - Aunque ya han pasado unos meses desde su lanzamiento, acabo de descubrirlo hace solo unos dias...



martes, 4 de octubre de 2011

FLORENCE + THE MACHINE - Shake It Out

Próximo Disco de Florence + The Machine 
Fecha de lanzamiento 31 de Octubre 2011 
Titulo del Single : Shake It Out.

lunes, 3 de octubre de 2011

DECALOGO DE UNA DERROTA

Desde antes del verano, machaconamente, las encuestas reflejan una abultada distancia entre el PP y el PSOE: 15,6 puntos según el último sondeo de Sigma Dos.
Aunque técnicamente es muy difícil que los socialistas logren remontar esa diferencia en los 50 días que quedan para las elecciones generales, podrían tener opciones. Sin embargo, el PSOE se enfrenta a circunstancias objetivas que hacen prácticamente imposible el logro de ese milagro.

En mi opinión, estas serían las 10 razones que convierten en inverosímil un triunfo del PSOE el 20-N.

El Gobierno de Zapatero deja la peor herencia económica de la democracia.

En los casi ocho años de mandato socialista, España ha pasado de ser un país modélico que generaba la mitad del empleo que se creaba en Europa, a ser el campeón del paro, con una tasa superior al 20%. La percepción de que, no sólo no hemos mejorado, sino que hemos ido a peor, por primera vez desde la muerte de Franco, es generalizada y rompe con la tendencia de acercamiento a la media de renta per cápita de la UE. Además, a pesar de los sacrificios realizados en el último año y medio, España sigue estando en peligro de ser intervenida, como Grecia, Portugal o Irlanda. Ese es el elemento crucial para que se haya producido un vuelco electoral tan significativo desde las elecciones de marzo de 2008, que supone casi 20 puntos (al pasar el PSOE de una ventaja de cuatro puntos en las últimas elecciones a una desventaja de 15 puntos, según las encuestas).
2º El cambio de ciclo electoral perjudica al PSOE.
De forma natural, cada ocho años se produce un cambio de tendencia motivado por el cansancio de los electores y el agotamiento de los gobiernos. Esa razón, entre otras, llevó a Aznar y Zapatero a limitar su permanencia en el poder a dos mandatos.
Independientemente de la situación económica, el PSOE era ya víctima de ese fenómeno de desgaste, que se traduce en la desmovilización de una una parte de su electorado, o bien en el cambio de voto.
La mayoría cree que el PP gestiona mejor la economía.
Una constante en todas las encuestas es que la mayoría de los ciudadanos piensa que los conservadores gestionan mejor la economía. Es decir, que un alto porcentaje de españoles (incluidos muchos de los que dicen votar socialista) da al partido de la oposición más crédito que al PSOE a la hora de solucionar el problema que más les preocupa.
4º Los recortes han alejado al PSOE de su electorado.
La política de ajuste iniciada por Zapatero a partir de mayo de 2010 ha sido un torpedo en la línea de flotación de sus expectativas electorales. El efecto combinado del cambio de ciclo y la crisis económica habían tenido ya una traducción en las encuestas a partir de 2009: el PP superaba al PSOE, pero con escasa ventaja. De hecho, tanto la encuesta de EL MUNDO como la del CIS de enero de 2010 daban al PP la victoria por cinco y 3,8 puntos respectivamente. Esa distancia podía haber sido recortada por el partido del Gobierno. Sin embargo, después del paquete de recortes de mayo, la brecha se ha ensanchado de forma progresiva y dramática hasta llegar a los actuales casi 15 puntos.
5º La campaña del PSOE argumenta que es el mal menor frente al PP.
La campaña socialista está diseñada desde una óptica defensiva. Apela a los males de la llegada de la derecha, como promotora de recortes sociales. Al contrario que en otras campañas, en las que el PSOE ha apelado al voto positivo (ampliación de derechos, rechazo a la guerra, mejoras sociales como la Ley de Dependencia, etcétera), ahora se pide el voto para que el PP no acabe con el Estado del Bienestar. Sin embargo, esa idea-fuerza choca con el hecho de que las comunidades regidas por socialistas han practicado una política de derroche que ha obligado a duros recortes. Para evitarlos, el PSOE propone subidas de impuestos.
6º El giro a la izquierda para ganarse al 15-M aleja al PSOE del centro.
Los socialistas creen que los jóvenes que se han movilizado bajo el paraguas del 15-M son votantes potenciales suyos. De ahí, la recuperación del Impuesto del Patrimonio, o la apelación a que los ricos deben pagar más para salir de la crisis. Sin embargo, el PSOE tiene un amplio electorado de centro que no comparte ese giro a la izquierda, que tiene por objeto, además de seducir a los jóvenes del 15-M, quitarle votos a IU. El «giro a la izquierda» que anunció ayer Rubalcaba en la Conferencia Política choca con la política que él mismo ha defendido en el Gobierno.
7º El candidato ha sido el número dos del Gobierno de Zapatero.
Por mucho que Rubalcaba quiera establecer distancias con el Gobierno de los recortes, resulta poco creíble. El vicepresidente ha sido una pieza clave del Ejecutivo hasta hace unas semanas y ha compartido las políticas de ajuste que han alejado al PSOE de sus votantes. Además, no sólo no representa un cambio, sino que supone una vuelta al pasado. La prueba es la reaparición de González en la Conferencia Política del PSOE como aval del candidato.
8º Falta de legitimidad del candidato.
Una de las banderas de Zapatero fue la regeneración, que le llevó a establecer el sistema de primarias para elegir al candidato. Pues bien, Rubalcaba no ha pasado por ese proceso y ha dejado claro que su suspensión ha sido impuesta por él. No se sabe qué hubieran decidido los militantes socialistas si, como se esperaba, antes del verano hubieran tenido que decidir entre Rubalcaba y Chacón. Ese miedo a las urnas es un lastre para el candidato.
9º La soledad del candidato.
Otro elemento que juega en contra del PSOE es la imagen de abandono del barco que están dando sus líderes. Salgado, Sebastián, Gabilondo, Sinde o Garmendia son una muestra de la desafección y la desconfianza en que Rubalcaba pueda lograr un buen resultado
10º La división de un PSOE, que sólo piensa ya en el próximo Congreso.
El liderazgo de Rubalcaba está condicionado a su resultado en las urnas. Si obtiene menos de 125 escaños tendrá muy difícil presentarse al Congreso como candidato a la Secretaría General. Es más, algunos líderes del PSOE dicen en privado que, si no supera ese listón, debería dimitir. La dificultad para elaborar las listas, la pugna entre Rubalcaba y el aparato, que sigue controlando Zapatero como secretario general, es una muestra de esa división que perciben todos los ciudadanos.
Fuente: Diario El Mundo – Autor: Casimiro Garcia-Abadillo – Fecha 3 de Octubre 2011

domingo, 2 de octubre de 2011

Ver Para Creer

Supongo que estarás de acuerdo conmigo de que la vista es, de los cinco sentidos, el más útil para nuestras vidas y esencial para poder relacionarnos con el mundo que nos rodea. Un gran porcentaje de personas mayores de 40 años padecemos de problemas visuales y entre éstos, el más común seguramente sea la Presbicia o “vista cansada”. Los que padecemos esta enfermedad hemos ido perdiendo progresivamente y año tras año la capacidad de poder leer de cerca. Y hasta aquí todo bien, me pongo las gafas-lupas y a leer como un “descosío”, el problema viene cuando tengo que leer en la habitación y me he dejado las gafas en la cocina ó cuando me voy de compras (ahora menos) y me las he dejado olvidadas en casa ¡¡que cabreo pillo cuando no puedo ver el precio de las etiquetas!! … Solución: Me he comprado 14 pares de gafas y las he repartido por todas las habitaciones, cuarto de baño, cocina,  salón, despacho y por los bolsillos de las chaquetas, las tengo de todos los colores, de pasta, de metal, plegables, de imán… un coñazo, pero al menos ahora me encuentro más tranquilo, una buena terapia, sí señor.

Y porque éste rollo, pues porque hoy acabo de leer (con gafas claro) de que han encontrado una solución sencilla y no-invasiva para nuestro problema y aunque pueda parecer un tanto extraño, será una App para iPhone ó iPad, toda una paradoja, cuando precisamente las pantallas de estos dispositivos se han convertido en uno de los principales enemigos de la vista humana. Quizás esto suene demasiado bueno para ser verdad, pero según afirman sus investigadores, las pruebas clínicas así lo confirman.

Sus creadores, UCANSI, una empresa americana afincada en Israel lanzará durante el próximo año su App “GlassesOff” y según afirman mejorará la capacidad para procesar imágenes del sistema visual “el uso del cerebro como gafas”, mediante el uso de “parches Gabor” para estimular la corteza visual. El tratamiento con éste Software aumentará significativamente la velocidad y la calidad de procesamiento de imágenes en el cerebro.

 La innovación tiene su origen en las investigaciones del Laboratorio Clínico de la Visión de la Universidad de Tel Aviv (Israel), cuyo director es el socio fundador de Ucansi, Uri Polat. Sus estudios le han permitido afirmar que el deterioro inevitable de los ojos por el paso de los años puede compensarse con un aumento de la velocidad y la calidad del procesamiento de imágenes en la corteza cerebral. Según la teoría de Polar, al aumentar la velocidad de procesamiento de imágenes del cerebro y la sensibilidad al contraste, los usuarios pueden conseguir una mejora media del 80% de la agudeza visual. Es similar al código binario de las computadoras, donde todo lo capturado por el ojo humano se traduce al equivalente de “0″ y “1″ por el sistema de visión. Los “0″ y “1″ se traducen en imágenes visuales, tales como los “parches de Gabor”, que varían según su frecuencia espacial, contraste, y orientación espacial y son los mejores para estimular las neuronas en la corteza visual temprana del cerebro.

“Ver para creer”…Y nunca mejor dicho.

sábado, 1 de octubre de 2011

EL CARRUSEL DE LAS MENTIRAS


Lo sabemos: vivimos una profunda crisis financiera provocada por la irresponsabilidad de las instituciones financieras que quisieron irse de rositas, rescatadas por nuestros impuestos y con pingües ganancias para los bancos y primas millonarias para los banqueros. No es demagogia, son datos. También sabemos que cuando se cerró el grifo del crédito empezaron a caer pequeñas y medias empresas y a despedir trabajadores las grandes. Y que los gobiernos fueron tapando agujeros con dinero que no tenían, pidiendo prestado con tipos de interés cada vez más altos para regocijo de los mismos financieros. Hasta que se les acabaron las reservas y peligró su capacidad de pagar las deudas. Y así llegamos a la receta universal del mundo del dinero y el poder: cortar el gasto público en todos los servicios esenciales de la vida de la gente: salud, educación, cobertura social, seguro de paro y demás conquistas sociales consideradas insostenibles por quienes siguen cobrando sus sueldos y disfrutando de sus privilegios. Eso sí, hay que pagar a los acreedores, porque son bancos, franceses y alemanes en particular.

Es también sabido que Grecia no puede pagar sin una transferencia de fondos de otros países europeos, o sea, de su bolsillo y del mío. Y como hay resistencias con consecuencias electorales (desde el nacionalismo finlandés hasta el partido pirata berlinés) la opción es un impago parcial y una devaluación de la deuda griega mediante la salida de Grecia del euro. Pero resulta que la insolvencia pública y la crisis de liquidez bancaria también se dan en Irlanda, Portugal e Italia. Y, de forma aún parcialmente encubierta, en España. No es que todos los bancos sean insolventes, sino que son interdependientes y hay activos tóxicos (o sea, impagables) en muchos de ellos. No se fían unos de otros mientras nos piden que nos fiemos de ellos. Por eso se han reducido al mínimo los préstamos interbancarios. Los bancos transfieren fondos al BCE, que los hace llegar a sus destinatarios previo control de liquidez. Pero, dícese, no hay que preocuparse: la UE, o el BCE, o el FMI o el G-20 van a intervenir de forma coordinada y a restablecer la liquidez bancaria y la estabilidad financiera. Quienes así dicen saben que es mentira, que no hay capacidad política de coordinación ni capacidad financiera de intervención en un mercado global por el que circula 50 veces más capital del que los bancos centrales pudieran movilizar para contrarrestar los flujos especulativos. Ni siquiera están de acuerdo Francia y Alemania, ni Merkel con su coalición, ni la cúpula del BCE (recuerden la dimisión del número dos).

Y en cada país, autoridades políticas y reguladores financieros engañan al personal, ya sea por ignorancia, incompetencia o mentira. En España, Zapatero estuvo negando incluso la existencia de una crisis durante dos años, y cuando la tuvo que admitir, tanto él como su vicepresidenta económica periódicamente anuncian el repunte económico inminente, en contraste con la vivencia de los ciudadanos. Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España, ha acentuado la incertidumbre económica negando repetidamente la evidencia de la fragilidad del sistema financiero español (a veces presentado por Zapatero como el más solvente del mundo), contradiciendo incluso los diagnósticos benevolentes de las autoridades financieras europeas.

Cuando en julio constatamos que entre las nueve entidades financieras europeas que no superaron las pruebas de resistencia había cinco españolas, el arrogante gobernador rechazó la metodología del cálculo. Siendo así que en realidad había otras tres entidades españolas (hoy con problemas) que tampoco las habrían superado si no hubiera sido porque se contabilizó como activos, sin ningún rigor, lo que esperaban obtener de su anunciada salida en bolsa. O sea: ocho de las doce entidades en peligro eran españolas. Y este mes se ha sabido que de los 16 bancos que la Autoridad Bancaria Europea declara en necesidad de ser recapitalizados, siete son españoles: ningún otro país tiene más de dos en la lista. De nuevo salió a la palestra el inefable gobernador, desdeñando la importancia de la advertencia. Y cuando las agencias de evaluación rebajan la cotización de la deuda pública española, las autoridades del país, con la ministra de Economía a la cabeza, la rechazan por injusta como si de una conspiración antiespañola se tratara. Siendo así que aunque la evaluación no reflejase la realidad, sus efectos negativos la hacen real. Tal vez piensen nuestros gobernantes (a algunos de los cuales veremos pronto en jugosos puestos de consultoría económica, pero a otros, como el gobernador, habrá que vivirlos peligrosamente) que mintiendo descaradamente tranquilizan a los mercados y reducen la ansiedad de los ciudadanos.

Nadie habla de la más que probable desintegración del euro ni explica el porqué ni el cómo se puede evitar. Alguien tendría que hacerles un cursillo de comunicación. Ni los mercados ni los ciudadanos se creen a los gobernantes. Nos han acostumbrado a que dicen lo que creen que debemos saber y no saber, porque en último término nos consideran ignorantes e irresponsables. En realidad, es esta mentira sistemática sobre la realidad de la crisis, el cómo y el porqué, lo que está ahondando la crisis de confianza entre las instituciones y las personas, sean inversores, consumidores, trabajadores o votantes. La ocultación de la verdad como forma de gobierno es una práctica generalizada en Europa y en el mundo. La irresponsabilidad es, en una situación de tanta gravedad como la que estamos viviendo, no hablar alto, claro, sin tecnicismos innecesarios, y plantear las opciones, sus costos, sus consecuencias, a quiénes perjudican y a quiénes benefician. Y dejar en último término que decidamos nosotros. Porque ahora vienen elecciones. Pero ¿serán el momento de la verdad? ¿O, como es habitual, el carrusel de las mentiras?


1 de Octubre 2011 - El Carrusel de las mentiras, de Manuel Castells en La Vanguardia