Anoche mismo me ocurrió una sincronicidad. Cómo hace ya varios días que no introduzco una nueva entrada en el blog, estuve pensando que sería buena idea hablar sobre Carl Gustav Jung y su estudio sobre “Sincronicidad”, sobre todo porqué es un tema que hace bastantes años que me llamó la atención y me apetecía volver a refrescarlo y de paso exponerlo en el blog, pero hacía mucho, mucho tiempo que no leía, oía, ni hablaba sobre “sincronicidades”. Antes de empezar a desempolvar artículos y libros sobre el tema, lo dejé todo para seguir leyendo el libro que llevo ahora entre manos “Los días de gloria” de Mario Conde, cuando retomando la misma página que dejé la noche anterior, me encuentro un comentario del autor sobre las sincronicidades que nos aporta la vida y sobre Carl G. Jung. En ese momento no tuve ninguna duda de que mi próxima entrada sería ésta.
La misma existencia de esta entrada la podríamos identificar cómo un fenómeno de sincronicidad. Piensa en cómo llegaste hasta aquí. Tú mismo que estás leyendo aquí y ahora estas líneas, ¿Cuáles han sido los motivos que te han llevado a leerlas?... Ya, ya sé que Zipi dirá que cómo me sigue habitualmente no le encuentra ninguna “sincronicidad” al asunto, pero ¿no es una sincronicidad” que después de tantos años que nos conocemos, ahora nos hemos dado cuenta de que tenemos tantas cosas en común? Porque lo de Cris y Reme les viene de familia y la relación de sangre no cuenta para estas cosas. Digo yo, no sé….Bueno, vayamos al tajo:
Carl Gustav Jung, psiquiatra y ensayista, nació en Kesswil (Suiza) el 26 de Julio de 1875 y murió en 1961, a la edad de 85 años.
Carl G. Jung y el premio Nobel de física Wolfgang Pauli colaboraron en el desarrollo de una teoría de las coincidencias que bautizaron con el nombre de "Sincronicidades".
Jung y Pauli concluyeron que existían dos clases de principios de conexión en la naturaleza. El primero era la causalidad ordinaria, lo que la ciencia normalmente estudia. Esta causalidad se estructura de forma lineal: si A causa B, entonces para que se dé B, debe ocurrir primero A. El otro principio de conexión era el acausal. Este principio fue denominado por Jung y Pauli "sincronicidad" porque asumieron que, contrariamente al principio de causalidad, la sincronicidad admite que dos hechos se relacionen simultáneamente. Su lógica, si de lógica puede hablarse, es la lógica de la psique profunda, la lógica que sólo se halla en los sueños. La sincronicidad es la relación simultánea entre una idea inconsciente y un hecho físico, de modo que uno no es causa del otro.
Jung y Pauli postularon además que la actividad de la mente inconsciente podía proyectarse en el mundo externo de los hechos en aparentes coincidencias y los hechos del mundo externo coincidir con los arquetipos del inconsciente colectivo. Ellos era conscientes de que esta afirmación se apartaba y se sigue apartando de las concepciones dominantes de la ciencia actual, siendo tildadas de irracionales, místicas o disparatadas. Para los parapsicólogos esta teoría es interesante para fundamentar los hechos que estudian... vamos, dicho de otra manera, les viene “a huevo”.
Un ejemplo muy repetido para justificar ó reforzar, depende cómo se mire, ésta idea, es el caso que supuestamente le ocurrió a Humbeto I de Italia.
Humberto I de Italia nace un 14 de marzo de 1844 en Turín. Cuando tenía 56 años en 1900 visita un restaurante en Monza. En el restaurante conoce al dueño que tiene un gran parecido físico con él mismo. Comienza a charlar y no solo se parecen, sino que ambos se llaman Humberto y los dos han nacido el mismo día y en Turín. La esposa de su “extraño gemelo” se llama igual que la suya Margherita, el restaurante se inauguró el mismo día que a él le proclamaron rey.
Tanta casualidad asombran al rey Humberto I de Italia que invita a su nuevo amigo a un festival de atletismo al que tiene que asistir. Mientras espera a su invitado el rey Humberto recibe la triste noticia, su “reciente amigo tan parecido a él” acaba de ser asesinado. Poco tiempo después el Rey Humberto I de Italia moriría asesinado a manos del anarquista Gaetano Bresci.
A esto le llamamos coincidencias y nuestra mente no le encuentra explicación racional, pensamos que solo son cosas que suceden y que por alguna razón coinciden.
Otros casos parecidos, pero más mundanos podrían ser: “Me acaban de contar que una pareja de amigos rompe y al cabo de escasamente media hora veo en la televisión las estadísticas, los datos y los costes de los divorcios en España” y “Un amigo me cuenta que acaba de perder el puesto de trabajo porque han cerrado la empresa y más tarde ese mismo día, me vuelve a llamar y me dice que acaba de recibir una llamada de un antiguo jefe, ofreciéndole que vuelva de nuevo” ó éste que nos ocurre tan a a menudo “Estaba pensando en un amigo que hacía mucho tiempo que no veía y en ese preciso instante me llama por teléfono”. ¿Porqué ocurren estas coincidencias? ¿ha sido suerte, han sido las ganas de mi amigo o ha sido el destino?...En cualquier caso, no deja de ser extraño.
Hay un dicho, según el cual, el maestro aparece cuando el discípulo está preparado. Pues bien, algo parecido puede ocurrir, en general, en la vida, ciertos hechos se producen cuando se dan las condiciones propicias para ello.
Cita: "En la explicación de las coincidencias hay mucho
de pereza e impotencia, y responde a un miedo instintivo
de que se ponga en peligro un dogma científico"
(Charles Fort)