Una nueva teoría señala que la pérdida de manganeso causa la Osteoporosis y no la falta de calcio, como se pensaba hasta ahora.
Las cuernas de los ciervos son prácticamente irrompibles. Pero en 2005 algo le sucedió a estos animales en España porque sus cornamentas comenzaron a fracturarse de forma alarmante. Para resolver el misterio, un equipo del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos de la Universidad de Castilla-La Mancha analizó en detalle los cuernos rotos y observó que la causa de la debilidad era una reducción del manganeso, un mineral que obtienen por la alimentación. Este hallazgo les lleva a plantear la hipótesis de que quizás esto ocurra también en los humanos y el origen de la osteoporosis sea un descenso de este mineral y no la pérdida de calcio, como se cree hasta ahora.
"El descenso de manganeso impide que se fije bien el calcio y, por tanto, los huesos se debilitan. Si el cuerpo humano con la edad pierde manganeso (que absorbe sobre todo del intestino delgado y el hígado) tendrá que obtenerlo del esqueleto, pues el mineral es necesario para varios órganos, entre ellos el cerebro. Lo que sucede es que al mismo tiempo que saca el manganeso extrae también calcio, que ya no vuelve a fijar bien y se elimina por la orina", explica Tomás Landete-Castillejos, coordinador del trabajo que se publica en la revista 'Frontiers of Bioscience'. De esta forma puede ir desarrollándose poco a poco la osteoporosis.
La teoría tiene que ser confirmada ahora con estudios y ensayos médicos, pero sus autores consideran, según han declarado a la Agencia SINC, que "puede dar un giro en una nueva dirección totalmente distinta a las consideradas hasta ahora en osteoporosis, al establecer que la pérdida de calcio puede ser la consecuencia pero no el origen". Si se valida la hipótesis, la terapia para combatir el trastorno también tendrá que cambiar, porque hasta ahora todos los tratamientos se orientan a potenciar los niveles de calcio.
El año en el que las cuernas de los ciervos se empezaron a romper hizo mucho frío. Esto provocó que las plantas redujeran sus concentraciones de manganeso, como respuesta al estrés y, por tanto, los animales obtuvieron menos cantidad de este mineral y sus cuernos pagaron las consecuencias de esta carencia.
"Un estudio en ratas de 1986 ya confirmó que una pérdida de manganeso daba huesos con menos calcio, pero no ha habido muchos más estudios en la misma línea", reconoce Landete-Castillejos.
Fuente: Diario El Mundo Autora: Isabel F. Lantigua 3 de Enero de 2012