La mayoría de nosotros, en alguna ocasión hemos hecho referencia al Efecto Mariposa “el aletear de una mariposa en una parte del mundo puede provocar una tormenta en la otra” y otros, los que van a por nota, prefieren utilizar la más “científica” Teoría del Caos que es “la denominación popular de la rama de las matemáticas ó de la física que trata ciertos tipos de sistemas dinámicos muy sensibles a las variaciones en las condiciones iniciales. Pequeñas variaciones en dichas condiciones iniciales, pueden implicar grandes diferencias en el comportamiento futuro; complicando la predicción a largo plazo. Esto sucede incluso en sistemas ya muy consolidados”. Veis, por eso me he quedado con El Efecto Mariposa, es más de andar por casa.
Si aplicamos el Efecto Mariposa a la situación que se está originando en los países árabes, podemos comprobar que un acontecimiento grave, pero en apariencia intrascendente, que fue la inmolación de un joven quemándose voluntariamente ante una crisis personal, fue suficiente para desestabilizar un país y encender la llama de otros estados periféricos con similares connotaciones políticas. En todos estos países, se dan pautas deterministas parecidas, marcadas por largas dictaduras, donde parecía que nunca podría pasar nada, ya que todo estaba bajo un férreo control político y militar. Pero ha bastado un ligero aletear de la mariposa para provocar una tormenta sin precedentes a su alrededor.
Por lo que he podido leer en los diferentes medios de comunicación, los analistas en éste tipo de crisis están bastante de acuerdo en sus ideas, aunque cada uno de ellos tiene su propio criterio y razonamiento. Unos lo atribuyen al petróleo y a sus intereses creados, otros a los bajos salarios y alto índice de paro y otros a la falta de libertad, pobreza y al sistema represivo y corrupto que han implantado sus gobernantes. Seguramente todos tienen razón, pero no dejan de ser teorías obvias en las que cualquiera de nosotros hemos ya pensado sin ser especialistas en la materia. Todos teorizan sobre la causas, pero, como suele ocurrir, la confirmación de las teorías, siempre sucede tras comprobar los efectos de las mismas. Y aún no sabemos qué efectos tendrá en estos países y ni siquiera en cuanto nos afectará al resto, que sólo estamos viendo los toros desde la barrera.
La revuelta del pueblo tunecino y egipcio contra sus regímenes no tiene precedentes en el mundo árabe. Es la primera vez en la región que un movimiento popular y no un golpe de Estado o una intervención extranjera, desaloja del poder al clan político ó familiar que los habían acaparado. También es un elemento común el hecho de que su población sea mayoritariamente joven y abierta al uso de las redes sociales en Internet, que han catapultado las protestas y han dejado en evidencia que estos gobiernos no estaban preparados para frenar las nuevas tecnologías. Mi duda es si éste alzamiento popular ha sido provocado por los motivos que antes he citado, que será lo más probable ó por el contrario se debe a una serie de movimientos escrupulosamente promovidos por otros intereses, del tipo que sean.
La presencia de células islamistas en éstos países, importantes ideólogos del yihadismo transnacional y el propio pulso que mantienen Estados Unidos y Europa con Irán por hacerse con el control en la región, pueden verse seriamente encontradas y comprometidas, por lo que el efecto de cualquier transformación «no deseada» podría traer otro tipo de consecuencias inesperadas.
Cita 2.0: “Quien controla la mariposa, controla la tormenta”